CONCEPTO Y ARTE
Un disco construido como metáfora
El concepto central de Armagedón nace de una idea simple pero poderosa: un meteorito acercándose, hermoso al principio y devastador después. Humbe usa esa metáfora para contar cómo una relación intensa puede iluminar, consumir y transformarlo todo. No es un fin del mundo literal: es el fin de un universo interno. El álbum está pensado como una experiencia continua, donde cada canción es una etapa del impacto emocional: la atracción, la advertencia, la obsesión, el quiebre y, finalmente, la reconstrucción.
Humbe como protagonista de su propio cataclismo
En las imágenes promocionales y videos, Humbe aparece vulnerable, suspendido, iluminado desde arriba como si estuviera en medio del impacto. La estética lo coloca como testigo y víctima de ese desastre emocional. El arte no decora: amplifica lo que sienten las canciones.
Un universo visual coherente
La estética del disco acompaña esa sensación apocalíptica: colores oscuros, destellos cálidos, humo, textura de caos. Todo se siente como el cielo segundos antes del choque. La portada no muestra destrucción explícita; muestra el instante previo, cuando todavía hay belleza en el peligro. Esa dualidad es clave en toda la identidad visual del álbum: lo celestial mezclado con lo destructivo, lo brillante mezclado con lo inevitable.